Fantasmas del Pasado
Hay que agradecer al director Rob Reiner la posibilidad que ha
brindado a Marc Shaiman consistente en abordar géneros bien distintos,
pues de este modo se pueden apreciar scores del autor alejados de la comedia,
género en el que ha sido encasillado.
Este drama judicial basado en hechos reales,
fue candidato al Oscar en las categorías de maquillaje y actor de reparto
(escalofriante James Woods). El trabajo de Shaiman arranca bajo premisas sonoras
similares a las de su irregular composición para Algunos Hombres Buenos, tal y como
se aprecia desde su primer corte. Afortunadamente, la inspiración esta vez va más allá
y el score ofrece muchos más incentivos a la audición. A lo largo de la partitura,
que incorpora varios temas y que se mueven desde el drama más seco a pasajes que dejan
entrever notas de esperanza, aparece un afortunado uso del recurso coral femenino,
en una voz negra repleta de alma y salpicada a lo largo del disco.
En base a este material se nos ofrecen variantes de muy interesante resultado,
pero con el protagonismo del omnipresente piano característico en Shaiman,
como elemento que sirve de vértebra a la construcción de los cortes.
Uno de los puntos fuertes del score es la presencia de temas de sonoridad sureña,
donde ese piano aparece secundado por instrumentos étnicos. Estos pasajes y la
interpolación de varias canciones (con Tony Bennett, Muddy Waters, Nina Simone...),
conducen a un final victorioso y grandilocuente, al que se apuntaba en temas anteriores.
Es curioso destacar que la banda sonora está editada con dos carpetas distintas,
cambiando el título de Ghosts of Mississippi a Ghosts from The Past.
Podemos resumir esta composición de la forma siguiente:
1. Tema principal construido en base a tres notas en tres variaciones, muy similar al que luego se
podría escuchar en De la Tierra a la Luna (From Earth to the Moon). Es un tema asociado a lo largo de la
película a lo dramático.
2. Tema principal basado en un motivo de dos notas que varía, y que se puede calificar de tema "esperanzador", con lo
que se puede asociar al personaje interpretado por Woopy Goldberg y su fe sin límites.
3. Tema principal amenazante y oscuro asociado al malvado Delay (James Woods), y que aparece en momentos oscuros (crimen, palabras de Delay, etc).
4. Un cuarto tema, muy bello y que casi en todas las ocasiones aparece acompaña de voz femenina, aportando un rayo de luz.
5. Tema "dinámico" ("On the Delta") ideal para acompañar investigaciones, desplazamientos y el paso del tiempo, acompañando la acción de investigación de los
protagonistas. Es afín en estilo al corte "Facts and Figures" de Algunos Hombres Buenos (A Few Good Men). El piano es, como casi siempre, protagonista, junto a cuerda
de toque sureño.
6. Otros temas "secundarios" a lo largo de la película, complementando los cinco temas principales ya citados. Son varios, con el piano de nuevo como instrumento reinante,
aunque con clarinete o flauta como apoyo. La voz solista femenina es recurrente. Estos temas varían entre pasajes dramáticos y reposado a otros de verdadera tensión y amenaza (como
el aviso de bomba). Asímismo encontramos pasajes dinámicos para piano y cuerda en la línea del tema principal citado que aparece en la visita al Delta. Entre el abundante material
incidental que no se puede catalogar de "tema principal" también aparecen cortes con uso del sonido sureño, así como leves variantes de los temas pincipales a modo de nexo entre este material no
retentivo. Cabe destacar además el final victorioso, entre otros muchos momentos que aportan notas novedosas respecto a los temas musicales que encabezan la obra.
7. Música diegética. Cinco o seis canciones, ya citadas, para la emisora de radio, los titulos de arranque, etc.
En conclusión, Fantasmas del Pasado es una interesante música dramática, no exenta de belleza y momentos brillantes, cuya edición discográfica se puede calificar de muy completa, pues quedan inéditos leves pasajes
incidentales que poco aportan al conjunto de la obra. Claro que habría sido mejor reunir los temas ajenos a Shaiman al final de compacto.
PARA MUY "SHAIMANIACOS": en el corte final "Myrlie Victoriuos" se escucha, entre otros, un breve motivo que tan sólo aparece en esta ocasión en toda la película. Es muy bello y breve, especialmente sentimental para este momento
cumbre. La curiosidad radica en que será más tarde reutilizado con mínimas variaciones como uno de los geniales temas principales de Corazones y Almas (Hearts and Souls).
6.75 |